La pasta de plata es una especie de arcilla que contiene plata pura en un 80-90%, aglutinantes orgánicos y agua.
Para hacer la medalla, primero se moldea con la forma deseada.
A continuación se hace el grabado de las letras o el dibujo elegido.
Después se cuece con un soplete de 8 a 10 minutos, dependiendo del tamaño.
Con este proceso, el calor evapora el agua y quema los aglutinantes, por lo que se queda únicamente la plata. Este es el motivo por el que las medallas son de plata pura y no incluyen ningún otro metal, como el cobre que contiene la plata de 925 (925 partes de plata y 75 de cobre), que es la que habitualmente se comercializa en joyería.
Por último, y después de la cocción, hay que pulir la medalla para que adquiera un aspecto brillante.
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